Trastornos primarios del sueño: parasomnia
Las parasomnias son trastornos comunes del sueño. Se caracterizan por experiencias o comportamientos extraños durante el sueño. Las parasomnias pueden ocurrir durante fases específicas del sueño o durante la transición entre el sueño y el despertar. Desde la niñez, la mayoría de las personas tuvieron una o más parasomnias. Esto incluye las pesadillas y los terrores nocturnos.
Tipo de parasomnias
Tipos de parasomnias comunes:
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Pesadillas o trastorno de pesadillas
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Orinarse en la cama
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Trastornos del despertar: sonambulismo, terrores nocturnos y despertares confusos
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Trastorno de la conducta durante el sueño (SRED, por su sigla en inglés)
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Trastorno nocturno de la conducta alimentaria
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Trastorno de la conducta del sueño REM (TCSR)
Entre otros tipos de parasomnias se incluyen la parálisis del sueño, el sonambulismo agresivo y el sonambulismo sexual.
Pesadillas o trastorno de pesadillas
Las pesadillas son sueños atemorizantes que despiertan a las personas de forma repentina con un sobresalto. A menudo, las personas recuerdan detalles vívidos de las pesadillas. Tener la misma pesadilla una y otra vez se denomina trastorno de pesadillas.
En los adultos, las pesadillas suelen relacionarse con otras afecciones. Por ejemplo, el trastorno por estrés postraumático, la depresión y la esquizofrenia. Las pesadillas pueden ocurrir más a menudo durante situaciones estresantes. Por ejemplo, la muerte de un ser querido, una separación o un divorcio o la pérdida de un trabajo. También pueden deberse al uso de determinados medicamentos, como los antidepresivos, los narcóticos o los anticonvulsivos.
Terrores nocturnos
Los terrores nocturnos, también conocidos como miedos del sueño, son episodios de miedo, confusión y gritos durante el sueño. Los niños pequeños con terrores nocturnos quizá intenten gatear o caminar mientras duermen. Si esto ocurre, los padres deben vigilarlos de cerca para que no se hagan daño. Por lo general, los terrores nocturnos duran desde unos segundos hasta unos pocos minutos. A menudo, se asocian con el sonambulismo. A diferencia de una pesadilla, en el terror nocturno, la persona no se despierta y no recuerda lo que sucedió la mañana siguiente. Aunque suelen ser breves, los terrores nocturnos pueden durar hasta 45 minutos.
Las pesadillas y los terrores nocturnos son más comunes en los niños que en los adultos. En los niños, en raras ocasiones se deben a una enfermedad física o mental. Tanto las pesadillas como los terrores nocturnos son más comunes en personas con otros trastornos del sueño, como la apnea obstructiva del sueño.
Si su hijo tiene pesadillas, a menudo se despertará de repente y acudirá a usted para que lo consuele. Puede explicarle a su hijo que tuvo un sueño feo.
Los niños con terrores nocturnos pueden tener los ojos abiertos y parecer despiertos. Pueden verse confundidos, con ojos vidriosos y es posible que no puedan comunicarse. A menudo, es difícil calmarlos. El posible que su hijo haga lo siguiente:
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Sentarse en la cama
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Gritar
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Patear o dar golpes desesperadamente
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Respirar con dificultad y sudar
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Tener dificultad para despertar o calmarse
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Tener la mirada fija con los ojos bien abiertos
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Salir de la cama, gatear o correr por la casa
Si su hijo tiene un episodio de terror nocturno, háblele con calma y tranquilidad. Intente llevarlo a la cama nuevamente sin gritar, sacudirlo ni despertarlo.
Diagnóstico
Las pesadillas y los terrores nocturnos a menudo se diagnostican por los antecedentes únicamente. Algunos adultos quizá necesiten más evaluaciones, como una prueba psiquiátrica. Esto es para asegurarse de que no tenga otro problema relacionado con los terrores nocturnos.
Tratamiento
Las pesadillas y los terrores nocturnos pueden ser atemorizantes. Pero, por lo general, no es algo por lo que deba preocuparse. La mayoría de los niños los superan con el tiempo antes de ser adolescentes. Pero es importante asegurarse de que su hijo o familiar esté fuera de peligro durante la noche.
Si su hijo tiene terrores nocturnos, quizá necesite quitar objetos peligrosos de la casa y colocar barreras de seguridad en las escaleras para evitar lesiones. Los niños con terrores nocturnos frecuentes no deben dormir en literas. Si usted o algún miembro de la familia se lesiona alguna vez mientras duerme, asegúrese de hablar con el proveedor de atención médica.
Los adultos que tienen pesadillas y terrores nocturnos frecuentes pueden beneficiarse de la terapia cognitivo-conductual (TCC). La TCC puede hacerse con un consejero o en un centro de medicina del sueño. Puede ser efectiva solo después de algunas sesiones. Algunos medicamentos pueden disminuir la frecuencia de las pesadillas relacionadas con el trastorno por estrés postraumático.
Orinarse en la cama
Los proveedores de atención médica pueden hablar de enuresis nocturna cuando se refieran a orinarse en la cama. Es bastante común en los niños. Es común que los niños menores de 6 años se orinen en la cama. Afecta más a los niños más que a las niñas. Orinarse en la cama es más frecuente en niños cuyos padres se orinaban en la cama de niños.
Los niños suelen orinarse en la cama cuando el cuerpo produce más orina de la que se puede almacenar en la vejiga. Los niños con esta afección no se despiertan cuando la vejiga está llena.
Diagnóstico
Lleve a su hijo con el proveedor de atención médica si sigue orinando en la cama después de los seis años. El proveedor puede preguntarle sobre los hábitos de su hijo para ir al baño durante la noche y el día. Quizá le haga una exploración física. El proveedor también le hará una prueba de orina llamada uroanálisis. El objetivo es ver si hay una causa obvia para que se orine en la cama, como una infección de las vías urinarias o diabetes.
El proveedor de atención médica puede preguntarle cómo van las cosas en la escuela o en el hogar. Quizá el hecho de que su hijo se orine en la cama lo preocupa. Pero los niños que se orinan en la cama a menudo no tienen más problemas emocionales que otros niños.
Si el proveedor no encuentra una causa subyacente por la que el niño se orina en la cama, se trata de enuresis nocturna primaria. Si el niño se orina en la cama debido a una afección médica distinta, se trata de enuresis nocturna secundaria. Algunas de estas afecciones son infección de las vías urinarias, diabetes, problemas en la médula espinal o defectos en partes del cuerpo, como la uretra.
Tratamiento
La mayoría de los niños no necesitan tratamiento para dejar de orinar en la cama. Si el proveedor de atención médica de su hijo decide tratarlo, es probable que le indiquen terapia conductual o medicamentos. Los siguientes son algunos tratamientos de terapia conductual posibles:
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Limite la ingesta de líquidos de su hijo antes de dormir.
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Haga que su hijo vaya al baño al principio de la rutina para acostarse. Luego, haga que vaya al baño otra vez justo antes de meterse a la cama. A veces, se recomienda despertarlo a mitad de la noche para ir al baño.
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Prémielo por cada noche seca. No lo castigue ni lo avergüence por las noches que mojó la cama.
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Haga que su hijo lo ayude a cambiar las sábanas cuando moje la cama. Esto no se considera un castigo. Sirve para ayudarlo a ser más responsable. También puede ayudar a que su hijo se sienta menos avergonzado. Si considera que lo usa como castigo, deje de usar esta técnica.
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Pregunte al proveedor de su hijo sobre programas de entrenamiento de la vejiga. El entrenamiento de la vejiga implica seguir una estructura específica. Su hijo practica la retención de la orina en horarios determinados durante el día. Ayuda a que la vejiga se estire para retener más orina.
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Conozca los hábitos intestinales y de orina de su hijo.
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Hable con su hijo sobre orinarse en la cama. Dígale que no es su culpa y que la mayoría de los niños deja de mojar la cama a medida que crecen. Si usted no deja de pensar que orinarse en la cama es algo grave, su hijo tampoco lo hará. Recuérdele a su hijo que otros niños se orinan en la cama.
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Haga que la familia adopte la regla de no burlarse. Esto es importante especialmente con los hermanos. Enséñeles a otras personas que su hijo no tiene la culpa de orinarse en la cama.
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Considere despertar a su hijo una o dos horas después de ir a dormir para que vaya al baño.
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Use una almohadilla con una alarma que suene al mojarse (método de alarma y almohadilla o terapia de alarma).
Si su hijo tiene 7 años o más y la terapia conductual no funciona, el proveedor de atención médica podría recetarle medicamentos. Hay un tipo de medicamentos que ayudan a que la vejiga retenga más orina. Otros hacen que los riñones produzcan menos orina. Estos medicamentos pueden causar efectos secundarios como rubor en las mejillas y sequedad en la boca. No son una cura para el problema de orinarse en la cama.
Ayude a su hijo a lidiar con la situación
Es importante recordar que orinarse en la cama no es culpa del niño. No es un problema mental o conductual. Y no se debe a que el niño sea demasiado vago para levantarse de la cama. No haga que su hijo se sienta culpable o avergonzado. No lo castigue por orinarse en la cama. Escuche a su hijo. Desafortunadamente, incluso los niños pequeños pueden sufrir acoso de sus pares. Si esto sucede, haga algo constructivo.
Aliente a su hijo a que vaya al baño durante la noche. Deje luces encendidas en los pasillos y las habitaciones para facilitarle el camino. Puede ser útil usar una almohadilla impermeable para el colchón.
Sonambulismo
El sonambulismo es un trastorno por el que una persona se despierta de forma parcial durante la noche y empieza a caminar sin darse cuenta. La persona sonámbula puede hacer movimientos repetitivos, como buscar ropa, salir de la cama, caminar o incluso hablar. A menudo, no es algo de lo que deba preocuparse. La mayoría de los niños supera el sonambulismo antes de llegar a la adolescencia.
Si su hijo es sonámbulo, trate de guiarlo con cuidado para que vuelva a acostarse. No lo sacuda ni le grite para tratar de despertarlo. También es importante pensar en su seguridad. Al igual que en el caso de los terrores nocturnos, quite objetos peligrosos del hogar y coloque barreras de seguridad en escaleras para prevenir las caídas. Mantenga las puertas y las ventanas cerradas con llave o traba.
La mayoría de los niños no necesitan tratamiento para el sonambulismo. Hable con el proveedor de su hijo si el sonambulismo dura mucho tiempo o si su hijo tiene problemas durante el día por la falta de sueño. Quizá deba llevar un diario del sueño durante algunas semanas y registrar cuándo se despierta sonámbulo. Un método que se usa a menudo para tratar el sonambulismo es despertar a su hijo unos 15 minutos antes de que despierte sonámbulo. Hable con el proveedor de atención médica de su hijo antes de hacerlo.